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La práctica de labrar madera en un torno data por lo menos desde el año 300 antes de Cristo, cuando los egipcios diseñaron un torno de dos hombres para crear columnas. Uno de los hombres suministraba la fuerza requerida, mientras que el otro se encargaba de los cortes. Por supuesto que los tornos han evolucionado mucho desde entonces, pero el principio mecánico básico -hacer girar el material entre dos puntas para poder tallarlo- sigue siendo igual después de casi 2,300 años.En la actualidad, el torno es una herramienta muy popular en muchos talleres caseros y la razón de ello es muy sencilla: el tornear madera es una labor divertida y fácil de aprender, además de que ofrece resultados que satisfacen de inmediato. Hasta un novato puede producir un trabajo acabado en menos de una hora, empleando una sola máquina. Pero la práctica es esencial a la hora de usar las herramientas de un torno de manera segura y correcta.
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